miércoles, 8 de septiembre de 2010

Two Men with the Blues


Nacido en Kansas en 1933, el cantante Willie Nelson es una leyenda del folk americano, pero una leyenda artísticamente un tanto marginal, aderezada también por su activismo en varios frentes, su historia de adicciones, su defensa de los animales y su amor por los caballos, además de una carrera de actor no demasiado esplendorosa, pero tampoco insignificante.

En este nuevo álbum, Willie Nelson aparece en compañía de la figura más prominente del mainstream jazzístico: el trompetista Wynton Marsalis. El álbum está grabado en vivo de dos conciertos en el Lincoln Center, 12 y 13 de junio de 2007, en compañía de una banda que completan Walter Blanding en saxos tenor y soprano, Michey Raphael en armónica, Dan Nimmer en piano, Carlos Henriquez en contrabajo y Ali Jackson en batería.
El disco recorre una decena de temas del repertorio del blues, además de una maravillosa balada de Hoagy Carmichael, Stardust, tal vez el punto más perfecto del álbum. La interpretación que Nelson nos brinda de esa esquiva y nocturnal melodía no podría ser más justa: expresiva y leve, en un logrado punto entre el canto y el habla, musicalmente perfecta y sin adornos.

Los arreglos del disco se avienen a la economía estilística de Nelson. El formato del blues proporciona la base general, tanto desde el punto de vista de la armonía como de la forma de los solos, lo que no impide eventuales desvíos (sobre el final deBright Ligths Big City, por ejemplo, pieza que se cierra justo cuando la armonía parecería comenzar a abrirse hacia otro campo). Algunos arreglos son de Marsalis, pero tal vez los más punzantes sean los de Richard DeRosa. Willie Nelson canta admirablemente y toca su guitarra americana; con dos o tres notas puede crear un clima extraordinario, pero tampoco deja de aventurarse con sus propios solos. Son imperdibles los de Night Life, de Ain't Nobody's Business o de su propia Rainy Day Blues, entre otros.

En medio de esos músicos virtuosos, los solos del guitarrista Nelson suenan tal vez un poco toscos, pero ningún otro músico los podría hacer mejor. Tal vez debería concluirse que Nelson es un "virtuoso del sonido" en el sentido más preciso del término, y que todo en él tiene una luz y una voz propias. Sin duda, una voz más personal que la de Marsalis mismo, un fenomenal trompetista que se ha consagrado a la conservación y el perfeccionamiento de la gran tradición del jazz. Si Marsalis es el antropólogo estudioso, Willie Nelson -con su blanca coleta trenzada de hippie viejo- es un auténtico sobreviviente de la tribu.

>> Descargar - Two Men with The Blues

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